Notas

1.3.10

Epifanía de la heliofanía

Soy un ser de cierto tipo que no sé. Nacido del seno de otro ser en una agrupación de millones de otros seres que llamamos “ciudad”. Para mantener mi existencia necesito meter a mi cuerpo cosas que producen otros seres, para lograr eso, en la ciudad se necesitan una cantidad de papeles que se los tengo que dar a otro ser para que me dé esa sustancia vital que llamamos “comida”. Para producir esa comida, algunos seres tienen que trabajar a cambio de esos papeles que no sólo te dan comida, sino refugio, agua, conocimiento, ropa (unas cosas que nos ponemos encima para no pasar frío, porque desde hace milenios hemos perdido pelo y grasa corporal, y también por pudor, no podemos mostrar nuestro cuerpo a todo el mundo, nos da vergüenza o bien a los otros les da asco) y todo lo necesario para reproducir la existencia, al menos física. Aunque también, por algo llamado “cultura” hay otros bienes que van más allá de mantener nuestra existencia y se supone que se consiguen cuando la existencia está asegurada, como adornos, un medio de transporte (para ir de un lugar a otro más rápido que yendo a pie), teléfonos (para hablar a distancia con otro ser), computadoras (son muy complejas, es complicado describir qué es lo que hacen). Algunas de estas cosas fueron inventadas hace menos de 50 años. O sea que lo que llamamos “humanidad” pudo sobrevivir perfectamente sin ellas anteriormente.

Algunos humanos viven en la ciudad y otros en el campo. Algunos están sanos y otros enfermos. Algunos hacen música y otros no. Algunos creen en dios y otros no. Algunos saben arreglar cosas manualmente, otros tienen que pagarle (con esos papeles) a alguien que sepa. Algunos conocen bien el planeta y a otros no les importa. Algunos se casan y otros no. Algunos viajan mucho y otros no, o bien porque no pueden o bien porque no les importa. Algunos tienen sus sentidos y capacidades perfectamente desarrolladas y otros tienen alguna deficiencia física o mental. Algunos son de los trópicos y otros de latitudes más frías; unos pescan en el mar y otros cazan en la selva; estos riegan sus cultivos y aquellos poseen un pedazo de tierra del cual sacan renta (papeles) sin siquiera pisar esa tierra. A estos se les muere el ganado con una sequía y estos otros se quedan sin casa por una inundación. Algunos no saben nada de todo esto porque no salen de las ciudades, mientras otros no conocen cines, ni teatros, ni computadoras, ni saben leer.

Algunos están en el medio, viven en pueblos y conocen alguna ciudad y también el campo.

Algunos son ricos, otros muchos son pobres. Algunos piensan que el mundo va bien así como está, otros que no. Algunos participan en política y otros no. Algunos son reyes y otros presidentes. Hay quienes mandan y quienes son mandados.

Había una vez en que no existía nada de esto. Quién sabe si hoy tenemos más que entonces.

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