Marca, diario deportivo de Madrid, puso la siguente bajada en la nota: "Samaranch estuvo 21 años al frente del CIO y fue el artífice de la modernización de los Juegos Olímpicos y de la incorporación de los países del bloque comunista. Fue el gran valedor de los Juegos de Barcelona de 1992".
Andrew Jennings, en sus libros "Los señores de los anillos" y "Los nuevos señores de los anillos", le saca una radiografía al movimiento olímpico moderno y su camino hacia la profesionalización. Samaranch tuvo un papel protagónico.
Negoció con Adolf Dassler, fundador de Adidas, y tomó impulso para ocupar la presidencia del COI. Tiempo después, ingresarían Kodak, Coca-Cola y decenas más. Claro, de esta manera, bajo su mandato (1980-2001) el presupuesto del deporte creció pero también aumentó el clientelismo, los sobornos y los regalos entre los directivos (desde pequeños souvenirs hasta una noche con una oriental) ¿Cómo se elige una sede, acaso? Bueno, es una cuestión de contenido (calidad de las instalaciones, garantías económicas y politicas) pero también la forma es importante: cuál es la sede con más atenciones, con el hotel cinco estrellas mejor equipado para las presentaciones y los congresos, con los regalos más costosos. Por lo general, la forma supera al contenido.
Sin entrar en discusiones sobre amateurismo y profesionalismo, se puede decir que Samaranch fue el productor de un nuevo star system, esta vez deportivo. La televisión (otro invitado funamental para que todo sea show) requiere audiencia. La audiencia busca emoción. La emoción llega cuando se quiebra un record. Un deportista no es rentable si no emociona y si no obtiene marcas "espectaculares". Tal vez, en este contexto haya que leer los escándalos de doping durante su presidencia. El caso de Ben Johnson en Seul 88, que salió a la luz por méritos de la justicia de Canadá, es sólo uno más entre tantos otros. Diane Williams, oro en el Mundial 1987 de atletismo en posta 4x100, confesó que su entrenador la había obligado a tomar esteroides. "Mi clítoris comenzó a crecer hasta alcanzar proporciones embarazosas", es una de sus declaraciones, recogidas en Los señores de los anillos.
Natal de Barcelona, los medios de la ciudad lo lloran. En Barcelona 92, el COI tocó el cielo del profesionalismo con las manos con la inclusión del Dream Team y la NBA comenzó a ampliar sus fronteras. Dicen que fueron los mejores juegos de la historia y que Saramanch fue el máximo artífice.
Jennings le dedica un capítulo entero a la vida del español. Lo llama "el astuto camaleón". Nació en 1920 y ya "en 1967 era no sólo miembro del Parlamento (n.e: elegido bajo apariencia democrática, su triunfo fue fruto de la persecución a los candidatos catalanes opositores que se animaron a presentarse y de las pocas personas que se molestaron en votar), ministro de gobierno (n.e: ministro de Deporte, había ingresado al COI un año antes), sino también cercano de la familia de Franco". A comienzos de la década del '70, Samaranch supervisó la burtal represión a Catalunya, bastión de la lucha antifascista. Cuando notó que al dictador se le acababa la cuerda en este mundo, se maquilló y buscó una salida en el deporte mundial. Para eso ayudó su desginación como embajador. Sepultó su pasado, hizo contactos diplomáticos y empresariales y hoy es recordado como "el artífice de la modernización de los Juegos Olímpicos".
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