Notas

31.7.10

El yo "víctima" de las circunstancias


Mucho nos llenamos la boca cuando hablamos de lo que nos pasa como país. Las más de las veces por la simple cuestión de aunque sea hablar del tema y demostrar que nos preocupa y nos deja un sabor amargo.

Y a veces (por suerte), se llega al diálogo con las personas que están sufriendo el frío y el hambre, la incapacidad de pagarse un techo y la vestimenta. De las que, a pesar del esfuerzo de comprensión (o intercambio de lugar, o el "ponerse en los zapatos del otro"), no escapa la brecha que separa la experiencia de vida. La vida material. A uno (hablo en tercera persona, pero quizás es sólo instintivo, o producto del dolor y el mantener la bronca acallada) le cuentan que se sienten ciudadanos "de segunda", -si realmente existe un concepto tan ideal como el de ciudadanía para aglutinar derechos básicos y frondosos tratados de especialistas que miran desde los estantes, esto último sí que existe-.
Que están, por otra parte, y caminando delante suyo extendiendo la indiferencia debajo de la bufanda, los "de primera", que "van al teatro, se mueven en sus autos, comen en el restaurant de enfrente después de la función", pero se niegan a ver a los que trabajan ahí en la vereda, a los que remueven los restos de su velada de fin de semana.

No vi la obra de protagonizada por Amigorena, "La noche antes de los bosques", aunque sí la fue a ver esta persona que me comentaba su visión de la vida. Ahí en Paseo La Plaza, trabaja a la salida del edificio de espectáculos, destinados a esa clase de ciudadanos de primer nivel. Y, con todo, se puso a su nivel, jugó a calzarse otros zapatos y a sentirse ciudadana. Entró a ver la obra. Por supuesto, pagó lo que cualquiera debe pagar, pues, claro: es es ciudadano como todos, tiene los mismos derechos que vos y yo. Ah, pero ella no puede cenar entrada, plato principal y postre con bebida y café postrero al final. O sí, quizás, pero a costa de sufrir otras necesidades por unas semanas. ¿Es o no considerada por el resto de igual a igual? La sociedad distingue hacia su obligo montones de pequeñas diferencias, la sociedad excluye.

Parece que en la obra, este señor actor (a quien, después de la dureza de fracasos en el mundo actoral hasta alcanzar la fama, la ideología le cambió la cabeza, así de rústico), para el ciudadano de segunda categoría (¿cómo tratar de llamar con otras palabras a algo que en la academia sería quita de puntos para evitar que llegues a ayudar de alguna manera a cambiar el mundo desde tu profesión?) significó la idea de que el personaje principal del monodiálogo era un pobre diablo debajo de la lluvia que decía sentirse solo, y que se quejaba demasiado. A pesar de ponerse el ropaje y de jugar a la historia, la realidad real es imposible de sentir y sólo el punto de hacernos reflexionar justificaría disfrazarse de ciudadano "con otra experiencia más sufrida" para dejar en claro que se trata de una obra que denuncia la injusticia del mundo (que al parecer, reina naturalmente, -y se olvida al encenderse las luces y abandonar las butacas-). A nuestro compañero le duele más que al resto. Le duele sentir esa soledad que el otro actúa.

Y me dice: si el ciudadano de primera hace de ciudadano de segunda, estaría bueno tal vez ver a la inversa. Ver al pobre haciendo de rico y que los mismos espectadores lo vean. A ver qué pasa.

29.7.10

"Códigos", "proyecto", "traición"

Argentina tiene uno de los hombres que mejor maneja la pelota. La mueve a su antojo, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, para que vuelva a su hogar. Tiene habilidad de sobra para animarse a ensayar la jugada más peligrosa. Don Julio no se mancha.
El mayor archivo que Julio Grondona, presidente de AFA, debe resistir es el de aquella designación de Diego Maradona como entrenador de la Selección argentina en octubre de 2008. Después de 21 meses de felicidad, la pareja rompió. En realidad, de pareja nunca hubo demasiado: en la cama grande del fútbol argentino duermen tres, como mínimo. El nuevo lazo AFA-kirchnerismo tenía a Maradona como cara visible, la mejor joya. Un diamante que todos quieren comprar, un objeto que alimenta miles de hojas de diario. Un punto de conexión con el mundo. No fue inocente la presencia de Maradona en el anuncio del Fútbol para Todos, ese triunfo del fútbol que miramos todos y que juegan pocos, el videofútbol.
Tampoco fue inocente su ascenso al mando del equipo nacional. Grondona imaginó un escenario positivo: 1986. Grondona imaginó un escenario negativo: un Mundial humillante y un chivo expiatorio ideal. Grondona se equivocó porque, al fin de cuentas, la Selección ganó cuatro partidos y perdió sólo uno. Ni fracaso ni éxito: una actuación regular. Grondona está desorientado, Grondona está. Y Maradona bajó, por un rato, a la Tierra.
En las Eliminatorias el nivel fue muy bajo, con Basile y con Maradona. Lo más doloroso fue la derrota 6 a 1 ante Bolivia, allá. El equipo no tuvo un plan para contrarrestar la altura simplemente porque creyó no necesitarlo.Lo más vergonzoso fue el abrazo impostado entre Bilardo y el entrenador, luego del penoso partido de clasificación ante Uruguay, también allá.
El Mundial fue distinto. Nigeria, Corea del Sur y Grecia no fueron rivales de peso. Hubo buen juego y se vieron los mejores minutos de la gestión Maradona. Las condiciones ayudaron para que se pudiera jugar con tres delanteros fijos. De aquel 4-4-2 tan elogiado en Montevideo, se pasó a un 4-3-3 que diversificaba la producción ofensiva para no someterla a los caprichos de un rival patadura y pegajoso.
La bisagra estuvo en el segundo tiempo del partido de octavos de final. México supuso un aumento del nivel de dificultad. Un gol de Tévez (en evidente posición adelantada) y otro de Higuaín (luego de un error infantil de la defensa mexicana) le daban tranquilidad al conjunto argentino. Tévez aumentó a los 55 minutos, pero México se animó, se acercó, y Argentina se atrasó, volvió a ser la de las Eliminatorias.
La salida del Mundial fue dolorosa: caída 4 a 0 frente a Alemania. Maradona retrocedió un par de casilleros. Volvió a apostar a Maxi Rodríguez (de escasos minutos en Liverpool) en la derecha e insistió con Di María (un extremo) por la izquierda para hacer el mismo trabajo ("ventilar la zona", "hacer la banda"). La falta de salida en la defensa obligó a Mascherano a barrer lateralmente el mediocampo para recuperar y, además, a ser el responsable de subir la pelota hasta el círculo central para empezar a atacar. Por eso, Messi bajaba varios metros para actuar de Verón, mientras el verdadero Verón esperaba en el banco de suplentes.
Maradona no subordinó a los jugadores a un sistema táctico determinado. Evaluó la actualidad  los futbolistas (no fue "Jonás+10") y armó el equipo. Olvidó al rival a la hora de elaborar su estrategia, pero Alemania no es Corea del Sur, por más que él haya pedido no "comerse el chamuyo" de los alemanes. 
Con la mirada hacia la Copa América 2011, Maradona era el que mejor conocía a los futbolistas. Era el que tenía los partidos calientes y el aprendizaje en la memoria. Era por quien se había apostado, aún con el conocimiento de su escasa o nula experiencia en un banco de suplentes. Ahora volvió una palabra que, en realidad, nunca se había ido, "traición", una palabra que puede estar esperando en una esquina de Ezeiza o en un hotel de Beijing. Uno al que ya le pasó la hora metió la nariz y Don Corleone tuvo visitas en la única ferretería con comunicación directa con Zurich. Don Julio, 21 meses más tarde, apretó el botón rojo: otro DT voló por el aire.

22.7.10

Impresiones: El Gran Escape

Ordenando el cuarto encuentro una carpeta enterrada entre pilas de apuntes de hace cuatro años.
Revisando esa carpeta veo apuntes de aquella época y me brotaban los recuerdos. Estoy en eso cuando mis ojos se posan sobre un escrito que había hecho una tarde de soledad en Parque Rivadavia, si mal no recuerdo. La verdad que, leerlo cuatro años después me hizo ver cosas que yo mismo pensaba y de las cuales me sorprendo incluso. Así, el texto me gusta más ahora que en ese entonces, cuando no todos tenían un blog. A pesar de algunas cosas que hoy en día las pienso de forma diferente. Además, tengan en cuenta que ese texto, según recuerdo y al leerlo lo confirmo, surgió "en caliente". Pero justamente está bueno mostrar las cosas y sentires tal cual son. Sin tapujos. Si no lo hago acá, ¿en dónde?

Ahora bien, paso a citarlo tal cual, sin ninguna modificación.

"En el medio de una ciudad irrespirable me encuentro dentro de sus molduras, sus formas están hechas a imagen y a medida de sistemas surgidos en otro lado. Los bancos, las aceras, los monumentos, incluso los árboles fueron implantados en esta realidad fabricada de otras realidades reales. Todo esto hace a su vez a las formas en que la gente actúa en este medio.
Las personas son continuidades de otros tiempos, pasados, ciertamente; y futuros, probablemente. La gente actúa de ciertas maneras que no hacen más que reproducir una y otra vez (aunque cada generación lo hace de una manera particular) la cultura y las formas sociales heredadas perpetuamente. Eso es lo único de lo que no podemos escapar, por más que lo intentemos. Algunos fingen haber escapado, otros (los más) ni siquiera piensan en la posibilidad de escapar (tampoco son concientes de las formas en que viven, en el sentido más amplio de la palabra), otros desean escapar, pero no saben cómo podrían hacerlo, otros creen haber encontrado la manera de hacerlo, pero no saben cómo concretarla, otros simplemente renuncian a escapar, viendo fracasadas todas sus alternativas de escape.
Un punto fundamental en esto es en qué momento escapar. ¿Encontraremos alguna vez una manera de escapar? ¿Habrá algún tiempo en que escapemos realmente? Yo tengo fe en que sí, en que nos podremos desembarazar de la cultura y alcanzar una completa liberación. No sé (tal vez nunca sabré o nunca nadie sabrá) cuándo ni cómo escapar. Sólo sé que cuando escapemos será demasiado tarde, ya nos habremos hecho demasiado daño a nosotros mismos.
Lo sé porque la humanidad está destruyendo los recursos que la sustentan y no parece estar en un buen camino hacia la liberación. Creo que cuando veamos realmente cómo liberarnos ya estaremos casi extintos (numérica y espiritualmente). Lo que más me preocupa es que yo mismo, al no encontrar un camino seguro de liberación, me veo moldeado y conducido por la marea de aquel dios multitudinario, si bien trato lo más posible de vivir de una manera lo más alejada posible de dicho dios invencible. Yo no deseo que me pase eso, pero es inevitable que me atraviese, me sobrepase y me conduzca consigo "la gran marea", mis intentos por evadirme son eternamente vanos.
La gente aquí habla de trivialidades, la sociedad es una gran trivialidad, yo soy parte de esa trivialidad, no lo deseo, pero es así. La importancia mayor que le espera a la humanidad es la liberación auténtica, lo único importante que le espera al Hombre y lo máximo a lo que puede aspirar es lo que yo llamo "el gran escape". Seguramente si la gente no dedicara sus energías a la gran trivialidad que ya expliqué se podría alcanzar la liberación. Yo no puedo pretender estar liberado si vuelco todas mis energías en ello, ya que la liberación se va a alcanzar una vez que todos reconozcan y vean que habían estado todas sus vidas y todas las generaciones anteriores inmersos en "la gran trivialidad". Yo quiero liberarme, pero sé que no lo voy a estar hasta que todos reconozcan...porque justamente yo estoy atravesado por la red eterna del "poder social" y toda mi vida está moldeada y condicionada por él."

19.7.10

Resumen de un viaje: Alemania

Ver el partido Alemania-España que resultó una derrota para el teutón equipo, en germanas tierras ha sido una experiencia inolvidable. Tomando cerveza fresca (en Alemania no la ponen en el freezer) Faust. Cabeceando de sueño acumulado del vuelo de la mañana. La familia bávara festejando cada llegada de Ozil, aunque sin entender yo qué decían salvo algún que otro "fault", "offside" y demás.
La derrota fue tomada con naturalidad por la familia. El fútbol es un deporte más. Como si acá perdiéramos con el Manu. Las banderas nacionales (que se ven por todos lados) no desaparecieron como acá tras la retirada del campeonato.
Obviamente los chistes sobre el 4 a 0 no se hacían esperar hacia mí, por lo cual neutralizaban cualquier posibilidad de que yo festeje secretamente esa derrota. Pero, de hecho, creo que Alemania merecía ganar. Por algún motivo no me gustaba España. El revanchismo no tiene lugar en mí. Aunque, secretamente hinchaba por Uruguay en tercer puesto.

Peeeeero, bueno. Lo mejor del viaje (si bien es algo digno de atesorar) no fue el partido. La posibilidad de estar en uno de los países más desarrollados y relevantes del mundo te permite ver en las pequeñas cosas algunas (por lo menos algunas) cosas que hacen a aquel país lo que es.
Sólo caminar y ver la prolijidad que los caracteriza, el respeto por las normas de tránsito, el buen estado de las escuelas (donde actuamos con el coro un par de veces), el cumplimiento de los horarios, la buena organización del equipo que nos brindaba el servicio de comida, paseo y alojamiento. Por no decir algo que va más allá de eso y es la historia de cientos de años que se ve reflejada en edificios hermosos y también en la cultura.

Por más que las condiciones estructurales nuestras sean diametralmente opuestas. Con un poco de sensatez y, por que no, "copadez", se puede, aunque sea cambiar pequeños (pero que pueden tener grandes consecuencias) vicios cotidianos que no necesariamente nos hacen "argentinos". Manejemos bien, tiremos las cosas a la basura (si se puede separar en origen, como lo hacen allá, mejor), cumplamos los horarios, seamos más pulcros (en esto no puedo decir nada porque soy muy desordenado, pero sólo puertas adentro con lo cual no jodo a nadie) Como se ve, la conducta cívica "civilizada" (no me gusta esa palabra, pero no encuentro otra) no tiene nada que ver con el nivel de vida y la distribución económica podría empeorar sin alterar una conducta que es cultural, y que se transmite por cientos de años a pesar de los vaivenes de la historia.
Yo cumplía con esas cosas, tanto allá como acá. ¿Soy menos argentino por eso?

Tienen razón, quizás sea un "boludo". Vamos a ver en unos años cuando la basura nos tape o los accidentes sean insoportables quién tiene razón.


17.7.10

Fangio, dos momentos

En febrero de 1958 tuvo lugar el Gran Premio de La Habana. El sábado a la tarde, a horas de la carrera, Juan Manuel Fangio conversaba en el hall del Hotel Lincoln, donde se hospedaba. De pronto, se le acercó un joven que, encañonándolo por la espalda, lo hizo ingresar en un auto.
El Movimiento 26 de Julio, encabezado por Fidel Castro, decidió secuestrar a una figura de renombre para que su mensaje de protesta contra la dictadura de Fulgencio Batista recorriera el mundo. La maniobra fue exitosa y Fangio fue liberado el domingo a la noche. La historia fue filmada por Alberto Lecchi en “Operación Fangio”.
Esta no fue su única incursión política. Durante otra dictadura, la última en Argentina, el corredor acompañó a Jorge Videla en un viaje de promoción del régimen a Venezuela. Fue una conducta muy criticada. A esto se le suman los reproches por la desaparición, en el período 1976-83, de catorce trabajadores de Mercedes-Benz, empresa en la que Fangio gozó de la presidencia de honor hasta su muerte, en 1995.

6.7.10

Se acerca...


Desde afuera se tintea el mundial, ahora que Alemania nos dejó knock out con 4 pepinos. La canasta llena, y todos hablan como expertos en planteos tácticos y actitudes dentro de un plantel. Por un tiempo, la recorrida por los medios los mostrará buscando respuestas científicas a la esperanza partida en millones.

Y mientras se acerca este evento a su fin, desde aquí en SFT juntamos unos pesos de algunos vende-patria que apostaron contra nuestra selección y enviamos al sefuetintero Franco a cubrir el ambiente en Alemania frente a lo que se espera, un partidazo contra España. Sus conocimientos sobre geografía y el sacrosanto balón se aunarán en una próxima nota de color, siempre y cuando el equipo germano cumpla ese acceso a la final.
De lo contrario, traerá sólo el color de la decepción de otro país, aquél que nos robó el sueño, y ojalá pueda encontrar un refugio a salvo de las hordas de alemanes enfurecidos, luego de haber cantado con el Coro de la Facultad de Filosofía y Letras un par de letras nacionales.

Se viene Turquía 2010, Brasil 2014.
 
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